Hipermetropía

¿Qué es la hipermetropía?

La hipermetropía es un defecto de refracción que produce una visión borrosa e incomoda de cerca, debido a que la imagen se forma detrás de la retina y no sobre ella. Esto puede ser por dos motivos:

Ojo estrecho

El largo axial del ojo es menor a la medida de un ojo emétrope.

Menor poder

La cornea o el cristalino presentan menor curvatura de lo normal por lo que tienen menor potencia.

Síntomas:

  • Dolores de cabeza y mareos.
  • Fatiga visual, ojos secos e irritados.
  • Dolor de ojos.
  • Ver borrosos objetos cercanos, aunque los jóvenes con baja graduación lo compensan un poco con su capacidad de acomodación (enfocan con el cristalino).

¿Cómo neutralizamos?

Neutralizamos la hipermetropía con lentes positivas, logrando que los rayos que ingresan al ojo converjan, para que la imagen se focalice sobre la retina y no detrás de ella.

Hipermetropía infantil o fisiológica

 La hipermetropía puede afectar mayormente a recién nacidos debido a que su sistema visual no esta completamente desarrollado.

En este sentido, que el niño sea hipermétrope es normal hasta cierto punto y no es necesario tratamiento ya que se compensa mediante el mecanismo natural de enfoque del ojo (la acomodación).

A veces ocurre que el grado de hipermetropía es mayor y por tanto, el esfuerzo acomodativo que tiene que llevar a cabo el ojo es más intenso y puede desencadenar síntomas como dolor de cabeza, visión borrosa, estrabismo (pérdida de paralelismo ocular) y con ello ambliopía u ojo vago.

Por regla general este defecto de visión desaparece progresivamente con el desarrollo ocular. Pero si alcanzada la edad de 5 años, que es cuando el ojo se vuelve emétrope, el niño conserva una parte significativa de la hipermetropía, es importante comenzar a neutralizarla lo antes posible para evitar las posibles complicaciones asociadas.

La importancia de la detección precoz

Cualquier anomalía en la función visual del niño no tratada debidamente durante la etapa de desarrollo puede ocasionar una disfunción que una vez superada esta etapa puede ser irreversible. Es el caso del estrabismo, la ambliopía u ojo vago que bajo una detección precoz y con el tratamiento oportuno es posible su corrección.

Por estos motivos, es recomendable realizar una primera revisión de oftalmología pediátrica a los 6 meses de edad y en caso de no detectar problema alguno, las siguientes revisiones se programan a los 2, 3 y 5 años. En esta última, debido a la proximidad de la edad en que ya debe desaparecer la hipermetropía fisiológica, se debe asegurar que el niño no presente errores de refracción significativos que alteren o interfieran el aprendizaje y en adelante se deben realizar controles visuales cada año en los niños. Clínica Rahhal

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *